En el mundo de la escalada, el rendimiento y la capacidad de movimiento son aspectos fundamentales para alcanzar el éxito. Para mejorar en este deporte, es necesario evaluar y trabajar en la movilidad articular funcional. En este sentido, el test de movilidad articular funcional FMS se presenta como una herramienta eficaz para identificar limitaciones y desequilibrios en el cuerpo, permitiendo así optimizar el rendimiento en la escalada. A través de este test, los escaladores pueden identificar áreas de mejora y diseñar un programa de entrenamiento específico para potenciar su movilidad y alcanzar un mayor nivel de rendimiento en la escalada.
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¿Qué es el test de FMS?
El test de FMS, o test de movilidad articular funcional, es una herramienta utilizada para evaluar la capacidad de movimiento y estabilidad del cuerpo durante la realización de movimientos funcionales básicos. Consiste en siete pruebas que evalúan diferentes aspectos, como la estabilidad del tronco, el rango de movimiento y la calidad de la simetría en los movimientos. Estas pruebas se realizan de forma sistemática y se puntúan en función de la calidad del movimiento y la presencia de limitaciones o asimetrías.
El objetivo del test de FMS es identificar posibles disfunciones o limitaciones en el movimiento que puedan afectar al rendimiento deportivo y aumentar el riesgo de lesiones. Al evaluar la estabilidad del tronco, el rango de movimiento y la simetría en movimientos básicos como el squat, el lunge o el push-up, se pueden detectar desequilibrios musculares, falta de movilidad en ciertas articulaciones o patrones de movimiento ineficientes. Una vez identificadas estas limitaciones, se pueden diseñar programas de entrenamiento específicos para corregirlas y mejorar el rendimiento en actividades como la escalada.
¿Cómo se evalua movilidad articular?
La evaluación de la movilidad articular es fundamental para determinar la funcionalidad y el rendimiento de las articulaciones en diferentes actividades físicas, como la escalada. El goniómetro manual es la herramienta más utilizada en la práctica clínica para medir el rango de movimiento (ROM) de las articulaciones. Este instrumento consiste en una regla graduada y dos brazos móviles que se ajustan a la articulación a evaluar. El terapeuta o profesional de la salud coloca el goniómetro en la articulación y mide los grados de movimiento en diferentes direcciones, como flexión, extensión, abducción y rotación.
El uso del goniómetro manual permite obtener mediciones precisas y objetivas de la movilidad articular. Además, es una herramienta fácil de usar y transportar, lo que la hace ideal para su uso en diferentes entornos clínicos y deportivos. Con esta evaluación, se pueden identificar limitaciones en el rango de movimiento de las articulaciones y diseñar programas de entrenamiento específicos para mejorar la movilidad y prevenir lesiones en actividades como la escalada. Por lo tanto, el test de movilidad articular funcional FMS, utilizando el goniómetro manual, puede ser una herramienta valiosa para los escaladores que deseen mejorar su rendimiento y reducir el riesgo de lesiones.
¿Cómo se mide el rom?
El ROM, o rango de movimiento, es una medida utilizada para evaluar la movilidad articular de una persona. Se refiere a la cantidad de movimiento que una articulación o segmento corporal puede realizar desde su posición inicial hasta su posición final, a lo largo de todo el arco de movimiento. Para medir el ROM, se suele utilizar un goniómetro, un instrumento que permite medir los ángulos articulares. El goniómetro se coloca en la articulación que se desea medir y se registra el ángulo que se forma entre los dos segmentos corporales que se unen en dicha articulación.
El ROM es una medida importante en diferentes disciplinas deportivas, incluyendo la escalada. Un buen ROM en las articulaciones de los brazos y las piernas es fundamental para poder realizar movimientos eficientes y evitar lesiones. Por eso, es recomendable realizar el test de movilidad articular funcional FMS, que evalúa el ROM en diferentes articulaciones clave para la escalada, como los hombros, codos, muñecas, caderas, rodillas y tobillos. Mejorar el ROM a través de ejercicios específicos y estiramientos puede ayudar a los escaladores a aumentar su rendimiento y prevenir lesiones.
¿Quién creó el test FMS?
El test de movilidad articular funcional FMS, que se ha convertido en una herramienta muy utilizada en el ámbito deportivo, fue creado por Gray Cook, Lee Bourton y Barbara Hoogenboom en el año 2006. Estos expertos en el campo de la fisioterapia y el rendimiento deportivo comenzaron publicando artículos sobre la importancia de evaluar los patrones fundamentales de movimiento antes de realizar ejercicio, con el objetivo de valorar la función de los deportistas aparentemente sanos.
El FMS se basa en la idea de que una buena movilidad articular es fundamental para un rendimiento óptimo en cualquier disciplina deportiva. Mediante una serie de pruebas que evalúan la calidad del movimiento en diferentes patrones, este test permite identificar posibles desequilibrios o limitaciones en la movilidad de un deportista. A partir de los resultados obtenidos, se pueden diseñar programas de entrenamiento personalizados que ayuden a mejorar la movilidad y prevenir lesiones, lo que a su vez contribuye a un mejor rendimiento en la escalada y en cualquier otro deporte.
Conclusión
El test de movilidad articular funcional FMS se ha convertido en una herramienta invaluable para los escaladores que buscan mejorar su rendimiento. A través de la evaluación de la movilidad articular y la medición del ROM, este test permite identificar áreas de debilidad y limitación, brindando la oportunidad de trabajar en ellas y optimizar el desempeño en la escalada. Creado por Gray Cook, el test FMS se ha convertido en una referencia en el mundo de la escalada, proporcionando una base sólida para el desarrollo de programas de entrenamiento personalizados y efectivos. Si buscas llevar tu escalada al siguiente nivel, el test de FMS es una herramienta que no puedes pasar por alto.