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DESAFIANDO PRONÓSTICOS

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Pese al clima hostil del invierno, nuestro colaborador y un grupo de amigos aprestaron sus artificiales en la búsqueda de los dorados nicoleños, y a pesar del frío y la lluvia, dieron con ellos…

POR OMAR CIVALE

Mi amigo Marcelo y yo teníamos ganas de hacerle unos tiritos a los dorados y la idea era que su hijo Guido, fuera también de la partida. Buscamos posibles lugares más o menos cercanos y nos decidimos por San Nicolás, dado que el guía Matías Jalil venía pescando bien en sus últimas salidas.

El día anterior a la nuestra, el pronóstico anunciaba lluvias fuertes y tuvimos que suspenderla, cuando volvió a reinar el buen tiempo, arreglamos una nueva fecha y nuevamente anunciaban fuertes tormentas para esa zona. Parecía que el dios de las lluvias nos estuviera gastando una broma.

Para esa altura a Guido, quién a la sazón ya había armado y desarmado el equipo un millón de veces, la ansiedad lo consumía.
Arreglamos para el lunes y llegando la fecha, volví a hablar telefónicamente con Matías, quien me comentó con la honestidad habitual que lo caracteriza, que debido al mal tiempo y las bajas temperaturas, los dorados prácticamente habían desaparecido, algunos salían, pero no hacía la pesca de días anteriores, para colmo, se avecinaban fuertes tormentas de viento y lluvia para el día elegido.

Temiendo decirle al enano de once años, que una vez más no saldríamos, y viendo que el mal tiempo llegaba a San Nicolás para las últimas horas de la tarde, decidimos viajar.

Llegamos a las 7,30 hs. al embarcadero y una vez cargada y puesta la embarcación en el agua comenzó nuestra jornada de pesca.
Ver el rostro radiante de nuestro pequeño compañero, me hacía acordar a esas maravillosas salidas con mi querido viejo, quien seguro andará por ahí con su caña al hombro, despuntando el vicio.

A los pocos minutos de haber tirado los señuelos al agua, se sucedió una seguidilla de piques, algunos se concretaron en capturas y otros se soltaron después de dos o tres saltos. Era un buen comienzo pero, nos dábamos cuenta que íbamos a tener que esforzarnos para pescar, dado que como el guía nos había anticipado, la pesca estaba difícil. Los dorados no tomaban bien los señuelos, los seguían tirando mordidas desde atrás, eso se podía comprobar porqué sacamos muchos en el último triple, cuando todos sabemos, que por lo general atacan a la cabeza enganchándose casi siempre, en el anzuelo de adelante.

Comenzamos a recoger los artificiales más lentamente, sentíamos como los paraban un instante y los soltaban.
Lenta pero constantemente fuimos recorriendo todos los lugares, a veces anclados, otras pescando al golpe, cambiando constantemente de señuelos y profundidades, poco a poco hicimos una pesca más que aceptable para la época invernal y el día en particular.

El sol salía de a ratos y la temperatura fue haciéndose más templada, invitando a quitarnos nuestros abrigos.
A bordo reinaba un ambiente de alegría y felicidad, Guido es un buen pescador, se nota que ama el contacto con el río y vibra con la pesca.

Con un ojo en el agua y otro en el cielo, fue discurriendo la jornada entre peces, fotos, sándwiches, bromas y devoluciones sin excepción. A las cuatro de la tarde, comenzó a levantarse un considerable viento, las nubes avanzaban amenazantes cubriendo todo el horizonte y con buen criterio dimos por finalizada la jornada.

Llegamos a puerto justo a tiempo para levantar la lancha y llevarla a la guardería, a los pocos instantes comenzó una lluvia que nos acompañó durante todo el regreso, haciendo extremar nuestras precauciones en el manejo. Nuestro pequeño compañero se quedó dormido antes de llegar a la ruta y se despertó llegando a casa, lo primero que dijo fue: «Pá, mañana me llevás a la usina a pescar doraditos???»  No caben dudas, lleva la pesca en la sangre!!!

Como digo siempre, cuidemos al río y los peces, devolvamos con vida a quienes nos brindan lo que mas nos gusta, pescar.
Amigos, hasta la próxima.

readers comments
  1. Matias Jalil on agosto 1st, 2011 20:09

    Brillante nota Omar, reitero que es un placer llevarte a pescar, no te equivocaste con Guido, la tiene muy clara,ni hablar de Marcelo…un mago del spinning y vos el rey del bait cast.
    Muy linda nota, pescamos hasta que la naturaleza dijo BASTA! y se enojo, pero lo importante es que Guido en ningun momento borro su sonrisa…Un fuerte abrazo a todos y para mis amigos De Victor!

  2. Marcelo on agosto 1st, 2011 21:10

    Muy linda nota Omar y más linda la salida que compartimos vos, Guido y yo.
    Ya pronto tendremos otras si Dios quiere.
    Gracias por todo.
    Marcelo.